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jueves, 30 de agosto de 2012

Supermercados


El tema de hoy es los supermercados. ¿No estáis hartos de tener que esperar unas colas enormes cada vez que vais a las compras? Yo paso más tiempo el la cola que comprando. ¿Para que tienen tantas cajas? Yo creo que solo las usan en Navidades. Aunque parte de la culpa es de las cajeras.  El otro día estaba yo en la cola y la cajera se puso a hablar con todo el morro con la mujer que iba delante de mí, ya había acabado de pasar las cosas y después de estar media hora para pagar siguen de palique. Por este tipo de cosas, yo prefiero las máquinas autoservicio, aunque tenga que pasar yo el trabajo.

Otro problema de algunas cadenas es que tienen a las chicas limpiando y reponiendo mientras estamos comprando. Quieres coger una cosa y si está alguien reponiendo ni te pregunta ni nada, o tienes que ser grosero y meterte en medio a coger lo que sea o estar esperando a que la señorita termine. Este tipo de cosas deberían hacerlas por la noche o por lo menos al mediodía cuando hay menos gente. Tengo que reconocer que no en todos los sitios es así, pero si en la mayoría.

La colocación de las cosas en un supermercado también es importante, deben situarse de forma intuitiva. Aunque todas las cadenas tengan más o menos el mismo orden, hay productos que siempre son difíciles de encontrar. Por ejemplo, ¿dónde buscas los palillos si no conoces el supermercado? Otra cosa a tener en cuenta es que cada producto debería tener su precio a la vista, además del precio por unidad, kilo o litro, para poder comprar entre diferentes marcas.

Algo de lo que hay que hablar al hablar de supermercados es de marcas blancas, ya que ahora cada cadena tiene la suya. Una pregunta que nos debemos hacer es si las marcas blancas son de tan mala calidad como se piensa. Por un lado, estos productos los suelen hacer empresas que tienen marca propia, aunque se dice que dejan para la marca blanca lo de peor calidad. Pero por otro lado, las cadenas tienen su propio proceso para verificar sus características. Por tanto, puede haber marcas blancas de buena calidad.
Por último, decir que en los supermercados se pueden hacer infinidad de promociones, ofertas, publicidad… a través de la televisión, internet o folletos. 

Mi consejo es que las grandes cadenas deberían controlar más los supermercados que tienen en todas las ciudades, ya que pueden dañar su imagen.

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martes, 28 de agosto de 2012

Cines




Hoy me gustaría hablar sobre los cines. Es curioso como han cambiado durante las últimas décadas. Yo  me acuerdo cuando era pequeña que había un cine enorme de una sola sala en el pueblo en el que nací, pero luego cerró. Ahora solo hay cines en las ciudades y cada vez con más salas. Supongo que es normal, ya que ahora para competir debemos tener todos los estrenos y esto sale caro. Aun así, sigue habiendo cines con solo tres salas y que no se pueden permitir todos los estrenos, pero si no hay cine en menos de 40 km a la redonda, los consumidores se tienen que aguantar. Lo malo es tener este tipo de cines en una ciudad más grande. Por ejemplo, en Santiago de Compostela hay un cine que es antiguo, que no lo renuevan, dan pelis que ya se dejaron de dar en otros cines y pelis independientes.
El mayor problema de ir al cine es el precio, es carísimo. El precio de la entrada anda sobre los 6 euros y los menús  (palomitas y bebida) sobre 8 euros. Los adolescentes ya se dejan ahí la paga y una familia más de 40 euros. Yo creo que aquí está la clave para competir. Entiendo que comprar las películas salen caras y hay que sacar beneficios, pero las palomitas son maíz ¿Qué puede costar eso? Por lo menos estas empresas suelen hacer discriminación de precios. Esto consiste en poner diferentes precios a diferentes tipos de consumidores. Estos se pueden agrupar por sexo, edad, profesión… En este caso se suele hacer descuento a los estudiantes y a la gente con carnet joven. Por otro lado, los cines obtienen altos ingresos de la publicidad, es unos de los mejores sitios para poner publicidad, ya que los consumidores se ven obligados  a verla, no se levantan ni pueden cambiar de canal. Por estos motivos, también es carísima.

Por último, es recomendable tener página web para que los consumidores puedan consultar la cartelera, sinopsis, críticas y, por supuesto, comprar las entradas. Tampoco podemos olvidar la buena atención y no esas interminables colas, y cosas como la puntualidad y la limpieza.

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